Catalina León es artista plástica y reside en Buenos Aires. En el año 2010, su búsqueda personal la llevó a co-crear Vergel, un proyecto que desde sus orígenes se propuso llevar el arte al hospital como una herramienta integral que permita a los niños que atraviesan un enfermedad grave aprender, imaginar, crear y hasta ayudar con sus síntomas. Con el paso de los años Vergel fue creciendo, incorporando nuevos artistas y docentes y se transformó en una organización civil.  Actualmente a través de su  Programa “Pintando en el Hospital” a niños de 3 a 18 años internados en el Hospital de Niños “Dr. Ricardo Gutiérrez” (CABA) junto con el Equipo de Cuidados Paliativos Pediátricos de ese hospital.


¿Qué es VERGEL?

Vergel fue algo que comenzó de a poco, primero con la intención de dar clases de arte a chicos y chicas internados en el Hospital Gutiérrez. Esto fue posible gracias a que el equipo de Cuidados Paliativos nos abrió las puertas con mucha confianza y dándole importancia a la actividad  y  también gracias a sponsors que nos apoyaron! Esa primera actividad se transformó en lo que hoy llamamos programa Pintando en el Hospital y Vergel como asociación civil comenzó a ampliar sus horizontes hacia otros  programas y actividades. El equipo fue cambiando, pero todas las personas que trabajamos para darle forma y sostenerlo lo hacemos motivadas por la alegría y el bienestar que generan las experiencias artísticas en los niños y adolescentes internados, y con el objetivo de que cada haya cada vez más instancias de intercambio entre el arte y la salud.  Pensamos que el arte es un  fundamental para un abordaje holístico y humanizado de la medicina. Actualmente  Pintando en el hospital sigue siendo nuestro principal programa, para que se pueda sostener ofrecimos una capacitación en arte y cuidados paliativos para formar nuevos docentes. A partir de esa primera experiencia de formación fuimos convocadas para dar unas capacitaciones en distintos lugares de Buenos Aires y el interior del país. Este crecimiento a su vez, implica una estructura de gestión más grande, que excede a lo que comúnmente requiere un proyecto artístico. En el camino fuimos aprendiendo muchas cosas, pero  ahora llegó el momento de redoblar la apuesta y eso implica reconocer nuestras limitaciones pedir ayuda, e  incorporar a otras personas con más experiencia en gestión y fundraising (NdR, búsqueda de fondos), algo fundamental si nuestro objetivo crear nuevos programas y llegar a más hospitales.

¿Qué es el programa PINTANDO EN EL HOSPITAL?

Es un programa que transforma la habitación del hospital en un taller de arte, semanalmente ofrecemos clases de arte  a niños, niñas y adolescentes que se encuentran internados. Las clases duran unos 90 minutos, son personalizadas y buscamos trabajar aspectos conceptuales, procedimentales y actitudinales. Uno de los objetivos es que la experiencia pueda ayudar a recuperar la condición de sujeto ante la enfermedad. Para eso, además de procurar que sea un momento de disfrute, buscamos generar un desafío adecuado a las capacidades y  limitaciones de cada uno, en diálogo con sus intereses personales. Habitualmente nos encontramos con que los chicos vienen con ideas preconcebidas acerca del arte, inhibiciones, abordajes esquemáticos y a la vez cada uno tiene un tono particular, un mundo interno para desplegar, encontrar un interés personal, es la motivación para aprender y animarse a ir más allá de lo conocido. Un Programa que apela al aspecto vital, a la capacidad de seguir creando y a que cada uno pueda descubrirse como artista.

el pic nic de un super heroe!

el pic-nic de un súper héroe

¿Cómo llegaste como artista a estar trabajando en un hospital? Cuáles fueron y cuáles son tus motivaciones?

¡Llegué por angustia! Cuando recién comencé mi carrera de artista todo el tiempo me preguntaba con obsesiva preocupación, cuál era el sentido del arte  y cómo yo podía ser útil como artista a la sociedad. A la vez tenía unas fuertes angustias ante la idea de la muerte, propia y ajena.  Hacía terapia por este tema, estando en análisis me di cuenta que parte de esta angustia tenía que ver con no poder hablar de la muerte, en tener que vivir como si nunca fuese a suceder. También sentía que al no tener una religión oficial, digamos, llegado el momento de perder a alguien, no tendría ritos ni símbolos definidos que me  ayudaran a encauzar las emociones del proceso de duelo.  Por otra parte me di cuenta que me tranquilizaba diseñar mi propio funeral, y mi tumba, como un espacio bisagra entre la vida y la muerte. Ahí empecé  a pensar acerca de la relación entre el arte y la muerte, a investigar acerca de este tema, del arte fúnebre, los rituales, los cambios de mentalidades a lo largo de la historia, etc. Leí entonces, acerca de los cuidados paliativos, me acuerdo de pensar ¡sí! bien! Existen médicos que están trabajando para que tengamos una relación más saludable, orgánica, con la muerte y por eso mismo una relación más plena con la vida. Me pareció que estaba leyendo acerca de un cambio de paradigma fundamental y urgente. Poco tiempo después una amiga periodista me contó que estaba por hacer una nota acerca del tema y me invitó a acompañarla a las entrevistas. Así llegué al Hospice San Camilo, una semana después comencé allí como voluntaria, fue una experiencia reveladora, bella, fuerte.  Pasaron unos años más hasta que estas angustias desaparecieron, pienso en gran parte fue gracias a trabajar en el hospital. Eso me arraigó al presente, a la vida y me hizo además encontrar un nuevo sentido a mi vocación de artista.

¿Cuál considerás que es el rol, el alcance, el lugar que ocupa el arte en niños con enfermedades graves y complejas?

El alcance depende de ”la química” que se dé entre el niño/a, aunque el arte es una práctica podemos pensarla como un encuentro entre dos partes, podría la pintura pensarse como una amiga, que además de ser una vía de comunicación -muy necesaria en estos casos- los invita a desplegar la imaginación, también a tener que hacer un esfuerzo por aprender y a la vez a darle lugar al error, el cual pueden ver cómo muchas veces se transforma en algo que incluso los sorprende. Todo esto los sitúa en un lugar de niños que siguen creciendo y aprendiendo, que tiene mucho para dar y tomar del entorno. Todo esto es muy importante para que puedan recuperar su condición de sujeto, muchas veces nublada por el hecho de volverse un “objeto de estudio de la medicina”. Otro factor fundamental es que la práctica artística posibilita concentrarse en el momento presente de una manera placentera.

1 Vergel adolescente pintando

adolescente pintando en el hospital

¿Cuáles son las reacciones que ven en el personal del hospital cuando van a pintar?

¡Casi siempre son positivas! Valoran nuestra tarea. Ven la buena respuesta por parte de los chicos, y por eso muchas veces nos piden que pasemos a ver a tal o cual chico nuevo que aún nunca pintó. También a veces notamos que algunos les gustaría pintar, eso nos hace pensar que en algún momento podríamos hacer algo para el personal hospitalario. Por otra parte a la vez notamos cuan ajena les es disciplina artística, y por eso al igual que los chicos a veces responden de manera un tanto estereotipada, esto es comprensible porque el arte no se “consume” de manera masiva, tampoco se le da importancia en la escuela, ni es materia optativa en las carreras científicas.  Me acuerdo ahora de una adolescente que a través de un ejercicio se animó a pintar un helado gigante en una habitación, entre las dos habíamos pensado que era una lámpara. Había sido un logro que ella se animase a pintar algo no racional, juguetón. El cuadro estaba a la vista y el plan era seguirlo pintando, pero como tantos médicos le preguntaron con cara rara por qué había un helado allí, ella se inhibió lo escondió y ya no lo quiso seguir. Luego de eso preparamos unos pósters con imágenes y frases a acerca del arte para que este lenguaje comience a ser más familiar. Por ahora solo los pegamos en la cocina de una de las unidades, la 9 (NdR, sala de infectología del Hospital de Niños “Dr. Ricardo Gutiérrez – Ciudad de Buenos Aires), donde siempre nos reciben muy bien. Pienso que hay ahí algo para seguir trabajando y  explorar…

¿Cómo es la reacción de los niños y jóvenes cuando los invitan a pintar?

Bueno hay de todo un poco, sí pasa que por lo general están aburridos y con ganas de hacer cosas, eso hace que a veces a pesar de la timidez o incluso del malestar o la tristeza quieran igual tomar la clase. Otras veces dicen ¡sí! Sin dudarlo. Y cuando ya nos conocen casi siempre nos esperan con ansias, y dejan a un lado otros entretenimientos para sumergirse en su pintura.

¿Cómo es el proceso de creación de una obra con un niño que está internado?

¡Eso depende de cada chico! Pienso que al ser una actividad tan personalizada nos permite valorar como cada uno tiene un modo particular de hacer, cada quien tiene su sensibilidad, su forma de representar y de interpretar. A la vez eso a veces no sale un primer encuentro, como te contaba anteriormente a veces los chicos pueden estar un poco inhibidos, muchos de ellos nunca pintaron antes en un bastidor con acrílicos, pinceles, ni vieron libros de arte. Nosotras tratamos que el proceso sea lento, que el cuadro se vaya develando y sea una sorpresa. Como el bastidor permite repintar y por eso mismo equivocarse, tratamos de que incorporen la idea de que equivocarse es parte del proceso, que así como es necesario practicar e intentar varias veces, también el error es la puerta para crear algo nuevo, fuera del plan. Los libros  también son un eslabón fundamental, nos sirven para mostrar cuántas maneras distintas hay de ser artista y para que ellos puedan descubrir qué les interesa.

¿Nos podrías compartir alguna historia que te haya marcado especialmente en estos años de arte y hospital?

¡Hay muchas! Sobre todo van anidando miradas, agradecimientos, gestos de sorpresa de los chicos al pintar. Ahora pensando un poco en lo que te contaba acerca de la muerte, se me viene a la  mente una adolescente que vi hace ya varios años. Estaba internada por un intenso dolor en el abdomen, había ido a quirófano y no podían encontrar la causa. La medicación para el dolor según ella no le había efecto tampoco. Cuando llegué a verla y empezamos a hablar de arte, me contó que con la escuela había ido a la muestra de Louise Bourgeois, recordaba de la visita guiada la mención al psicoanálisis y al inconsciente. Comenzamos así a hablar de que todos guardábamos “cosas”, fue un comentario que yo hice sin intención de inducirla a hablar sobre sus “cosas” ya que nuestra propuesta no es esa, sino que está centrada en el aprendizaje artístico. Espontáneamente entonces mencionó que estaba triste por la reciente muerte de su abuelo, a quien de todas maneras no debía llorar ya que sus familiares le habían recomendado no era bueno hacerlo. Le di lugar para que siguiera hablando de él y de lo que ella sentía. Contó que él era italiano, por lo cual  le gustaba mucho la pasta. Le propuse entonces hacer un cuadro con para homenajearlo. Con mucha dulzura y dedicación hizo un cielo, donde flotaban pastas diferentes, una bandera de Italia y dos pares de ojos que se miraban, acompañado de la leyenda “Sempre nel mio cuore”. Fue un encuentro precioso, ella termino relajada. No volvimos a vernos porque a los dos días se fue de alta.

niño de 9 años pintando

niño de 9 años pintando

¿Conocés de otros proyectos similares en el país?

¡Si! Claro que hay proyectos similares. A la vez cada uno tenemos nuestras particularidades en el abordaje, incluso diferentes manera de pensar y hacer arte, pero creo que todos coincidimos  en lo más importante que es  la intención de a través del arte mejorar la calidad de vida de las personas hospitalizadas. Ahora se me viene a la mente la fundación Donde quiero estar que empezó hace ya varios años ofreciendo a las personas pintar mientras estaban recibiendo quimioterapia en el Hospital de Clínicas y fue creciendo un montón, también la asociación CHAP (Curar Haciendo Arte con Pequeños) que hacen talleres de arte para niños en las guardias,  también está El Museo Urbano, que arma muestras de arte en antiguas vitrinas, y seguro hay más proyectos. Y el Museo Muñiz que funciona en la farmacia del Hospital Muñiz donde hacen muestras para que disfruten quienes tienen que pasar un buen rato cada mes esperando la medicación. Creo que sería  bueno en algún momento armar un encuentro donde podamos conocernos y compartir nuestras experiencias.

¿Qué te parece necesario/imprescindible para que un proyecto así se puede replicar en otros hospitales?

Interés por parte de los equipos médicos, contar con artistas formados para llevar adelante la tarea y por supuesto ¡fondos! Contamos con sponsors de materiales (Seurat y Eterna) pero siempre hacen falta algunas otras cosas y además de los gastos de logística, para Vergel es importante que los docentes reciban un honorario por su tarea. El rol del arte y del artista como trabajador es borroso en nuestra sociedad, digamos que además de que nuestros docentes necesitan cobrar por razones obvias, procurar que ese honorario exista responde a un valor simbólico además de económico.

¿Cuáles son los objetivos de VERGEL en el horizonte?

En un futuro cercano nos gustaría además de llegar a más hospitales, y ser en un sentido amplio y diverso una plataforma de intercambio y diálogo entre arte y salud. Que puedan formarse más artistas, generarse más  programas, incluyendo otras disciplinas artísticas. Ofrecer actividades también para adultos, sus familiares y  el personal hospitalario.  Realizar acciones de difusión y  concientización. Abrir el abanico digamos  y que florezca el Vergel, haciendo honor a su nombre!

¿Qué te enseñó como artista esta tarea?

¡Uy! Me enseña, en el sentido de que me muestra, algo del sentido del arte, me hace comprender por qué lo necesitamos, para qué sirve. Esto es algo que no siempre es tan palpable, digamos que aunque al ser mi disciplina pienso mucho acerca de eso y podría hacer una larga lista y luego ponerla en duda también, cuando veo a un chico en el hospital conectado con su pintura para mi es una revelación, tiene otro espesor, nunca deja de sorprenderme y reconciliarme con mi profesión. Además fui aprendiendo nuevas formas de enseñar, explorar, mirar, leer situaciones.


más info en

http://www.vergelarte.org/

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