#10 | “La 23â€
Desde lo personal trabajar en cuidados paliativos es tan apasionante como intenso. Hay dÃas en los cuales me resulta pesado convivir con tanto dolor y sufrimiento y quisiera pedir una tregua para salir a respirar un poco de aire fresco a la superficie.
Alfredo era fanático de River y lo segundo que pensé -porque lo primero fue como aliviarle el dolor que le generaba su tumor- cuando salà del departamento que su familia estaba alquilando en Capital Federal fue qué puedo yo inventar para levantarle un poco el ánimo a este pibe en este difÃcil momento.
Él y su familia vivÃan en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, y el hecho de tener que estar lejos de su casa y amigos para hacer la quimioterapia y radioterapia lo ponÃa más triste que cualquier otra situación. Me repetÃa una y otra vez que lo que él querÃa era estar en su habitación rodeado de sus posters, en su nido.
Momentos donde siento que si no tengo la energÃa suficiente deberÃa dar un paso al costado porque este no es un trabajo para hacer en piloto automático sin verse afectado.
Sus 14 años no le impedÃan entender que el tratamiento ya no iba a dar resultado. HacÃa enormes esfuerzos para disimular un dolor que era evidente y lo ocultaba intencionalmente para cuidar a sus padres que se desvivÃan por él.
Aquella noche de abril de 2016, apenas gané la calle del barrio del Once, hice un llamado a un amigo que vivÃa en el mismo edificio que Leo Ponzio -capitán y emblema del River multicampeón de Marcelo Gallardo-.
Mirko, necesito que me hagas un favor enorme. No es para mÃ, es para un pibe que lo necesita mucho más que yo. Â
Mañanas en las que pienso si realmente estoy logrando algo de alivio en esas familias desesperadas.
Dos semanas después volvà a visitar a Alfredo. Yo estaba ansioso desde la noche anterior, traÃa en mi bolso la camiseta “23†de Ponzio dedicada por él y todo el plantel. Le dije que le habÃa traÃdo algo –nada, una pavada minimicé intencionalmente para darle más impacto final a la escena-, y saqué despacio de mi mochila una bolsa de supermercado con el regalo adentro. Su cara inicial fue de extrañeza, pero al abrirla y entender de qué se trataba se le iluminó la cara. AgradecÃa y miraba con detalle cada autógrafo y dedicatoria de sus Ãdolos exclusivamente para él.
Creo que no voy a usarla, asà me dura mucho tiempo. Se dijo a si mismo sonriendo en una reflexión personal como si allà no hubiera nadie. Â
Luego de poco más de un mes Alfredo terminó la radioterapia. Él y su familia decidieron que su casa serÃa el mejor lugar para esperar el final que no parecÃa estar tan lejos.
En las pocas veces que nos vimos en ese breve perÃodo generamos una confianza que no siempre se logra.
Hay noches desveladas en las que dudo…
A las pocas semanas su padre nos escribió destrozado para comunicarnos la triste e inevitable noticia. Alfredo habÃa fallecido luego de una larga lucha. En su pueblo, lejos de los tratamientos y el ruido de la capital. Tal como él querÃa y habÃa pedido en más de una oportunidad.
Noches en las que me siento abrazado por un profundo vacÃo existencial.
Ya ha pasado un año y medio. Es 20 de octubre por la mañana -dÃa del pediatra en Argentina- y hace seis meses que estoy viviendo en Bariloche en busca de una nueva vida. Estoy solo y tomo mate relajadamente en la cocina de mi casa. Suena el WhatsApp.
    
Hay mañanas donde comprendo que los procesos tienen sus tiempos y momentos.
El intercambio de mensaje habrá durado apenas unos segundos. Un momento fugaz hipercondensado de emoción.
Pasan los minutos y yo sigo ahÃ. Inmóvil, impávido, en un pacÃfico silencio que podrÃa resumir la totalidad de la existencia y el sentido universal.
Me emociono profundamente y contemplo ante mis ojos una enorme flor que dio la semilla que se me cayó de la mochila hace un año y medio.
Hay mañanas donde todo cobra sentido y entiendo por qué hago lo que hago.
por JAVIER GALLO
Pediatra Especialista en cuidados paliativos pediátricos y escritorÂ
Primero Persona
Es el diario de viaje de un pediatra paliativista hacia el interior de sàmismo. Utilizando el relato y la reflexión como aliados intentará encontrar alguna respuesta a las tantas preguntas que irán aflorando en su actividad profesional.